Después de un viaje de cerca de 12 horas en el autobús más económico que pude conseguir, llegué al sitio donde se realizó el festival. Esto fue a las 11:00 hrs.
Como de costumbre, el ingreso no fue inmediato, estuve formado durante 30 minutos y luego muy lentamente la multitud comenzó a entrar.
Cinco escenarios y varios centros de rehidratación que vendían agua, cerveza y refresco de las marcas patrocinadoras. En la sección de comida, había hamburguesas, tacos, hot dos, pizza, fruta picada, papas fritas... por supuesto que los precios eran por lo menos el doble de lo normal, pero eventualmente durante el día uno siente hambre y sed, y no queda más remedio que comprar alimento y bebida (este tipo de eventos son estrátegicamente diseñados para que los metalheads se deshidraten a causa del sol y el slam y entonces tengan que consumir liquidos).
La primera banda que vi fue Isakoatl, banda mexicana que incorpora instrumentos prehispánicos a su música heavy metal, una propuesta interesante. Estuvieron bien, aunque el sonido les falló en varias ocasiones. Había muchos problemas de audio en el festival.
Después fui a ver a Wrecker. Buen sonido (tengo la impresión de que las bandas que estuvieron en el Hell Stage tuvieron mejor equipo e ingenieros de audio que los otros escenarios, al menos les noté menos fallas) y después a Dirty Woman, cuyo estilo es un heavy metal más clásico. Llegué a la mitad del setlist, pero me agradó su música. Como era temprano y aún no llegaban las bandas estelares, pude estar hasta enfrente de los escenarios sin problema y rockear al ritmo de las bandas pequeñas, muchas de las cuales hasta el momento eran totalmente desconocidas para mi.
Al dar la vuelta por el Hell Stage me encontré a Black Oil. Directamente de Brazil, un metal core de buena calidad, con su toque de sudamericanismo y un vocalsita muy eufórico.
Resulta que Overkill no llegó al evento y por su culpa el horario de las bandas de Heaven Stage se alteró (nos prometieron 15 horas de metal y al final solo fueron 13 horas).
Lizzy Borden (esa banda que es recordada sobre todo por el documental “The Decline of Western Civilization Part II: The Metal Years”) fue un espectaculo muy ameno en el Heaven Stage. Lizzy Borden aparece con una mascara en el rostro, cambiando de vestuario a lo largo del concierto y utilizando y varios artículos propios del shock rock de los 80s. En algún momento en el concierto una chica sube al escenario y Lizzy la muerde y bebe su sangre. Algunos integrantes del staff se llevan el cadaver de la chica y Lizzy baja a saludar al público con las manos llenas de sangre. Buen glam metal.
Después de Lizzy Borden apareció Mayan también en el Heaven Stage. Se tardaron un buen rato y cuando por fin aparecieron Mark Jansen se disculpó por tenernos esperando (problemas de audio otra vez). También muy buena presentación. Música pesada y elaborada.
La presentación de Tristania también fue buena, dejaron contento al público con su característico estilo pesado-deprimente, su vocalista Mariangela Demurtas, quien según entiendo es italiana habla muy bien el idioma español.
Brujería fue extremadamente divertido, siempre es genial ver a la banda de Juan Brujo, conformada por músicos internacionales como Jeff Walker, el bajista y cantante de Carcass. Su temática de orgullo racial mexicano y de venganza contra los güeros trajeron consigo poderosos slams a lo largo del concierto.
Más tarde estuvo Fear Factory, el vocalista se veía un poco despecionado de la falta de enjundia del público (honestamente a mi no me gusta Fear Factory, por lo tanto mi falta de enjundia era auténtica). Hubo un momento en que Bell señaló a un sujeto de entre la audiencia y dijo: “¿Quieren que no vayamos?, este tipo no nos quiere. Este tipo quiere que dejemos el escenario”. Y nadie se opuso. Jajaja. Buena presentación de todos modos, los músicos hicieron bien su trabajo.
Y finalmente llegamos al momento estelar, la banda por la cual viajé hasta Guadalajara: Megadeth... no tocaron suficiente tiempo. Como ya mencioné, el festival tuvo muchos problemas técnicos. Eran las 12:20 y ya todo se había acabado, todos llamaban a Megadeth y Megadeth no regresó. Yo esperaba “Symphony of Destrucion” y “She Wolf”... y nunca sucedieron. De cualquier modo, mientras estuvieron tocando fue un gran concierto. Pudimos corear “A Tout le Monde”, “Sweating Bullets”, “In my Darkest Hour”, “Trust”, “Headcrusher”, “Poison was the Cure”...
Aunque desepcionado por los problemas de sonido, por las dos horas que se redujo la duración del festival y por la brevedad de la presentación de Megadeth, estuvo muy chido ver a todas esas bandas. Imposible verlos a todos pero ya habrá otros años.